11 de junio de 2015

EFECTO MOZART




Mozart (Wikipedia)
Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart. Conocido por Wolfgang Amadeus Mozart. Sobre esto genio se han dicho muchas cosas. En los años 90 se hizo un estudio que decía que escuchar música de éste genio, otorgaba mayor inteligencia al bebé incluso estando dentro de la barriguita de mamá. No es tan descabellado, pues se sabe que las canciones tranquilas son relajantes, se usa en hospitales, centros de salud mental o en salas de espera. La música es sabido que cambia los ánimos y ¿Por qué no puede llegar a alguna zona de nuestra mente que estimule el arte, la concentración o la inteligencia? Quizá sea porque al relajarnos, tranquilizarnos, respiremos más sosegadamente y nos oxigenemos mejor. De todas formas no es nuevo que la música afecta al crecimiento de las plantas y el ánimo de los animales.


 Desde que somos bebés, ya nuestra madre o padre, nos acurruca y cantan una nana. Hay quien dice que desde el quinto mes de gestación el feto ya relaciona los sonidos que capta a través de la mamá. Si esto se sabe usar bien y se aprovecha, afecta más al desarrollo metal, físico, intelectual incluso artístico del niño. Se hizo un estudio en una universidad de California, donde 36 alumnos escuchaban la sonata para dos pianos en Re M. frente a los que estaban en silencio u oían otras músicas de relajación. Se comprobó que estos que habían escuchado a Mozart, en los exámenes puntuables sacaron de media de 8 a 9 puntos más en conjunto que los grupos que no lo hicieron. El estudio se hizo también con niños epilépticos, los cuales disminuyeron los ataques respecto a los que no lo escuchaban. 


Fuente Propia
El momento perfecto para oírlo son unos diez minutos al acostarse o al levantarse. Para la hipertensión se cree que ayuda la pequeña serenata nocturna en Sol M. o Sinfonía número 36 en Do M. para la ansiedad. 
No ocurre esto con todos los compositores. Se habla de Amadeus, quizá por la forma de componer por sus composiciones a tan temprana edad. Con tan sólo cinco años ya hacía obras. A temprana edad ya dominaba a la perfección el piano y el violín. Se cree que su manera de ver la música proviene por la vida prenatal que le regaló la madre, que deseaba a su niño con todas sus fuerzas y sus ganas de vivir. Hay que añadir que su padre, Leopoldo Mozart, era también un gran compositor y músico. Según esta hipótesis, entre los progenitores le transmitieron al feto unas melodías y ritmos innatos. En sus años posteriores compuso más de 600 obras. Se sabe que el oído es un receptor del sistema nervioso que capta la música y armonías y altera o sosiega a quien lo escucha. También se dice que la Obertura de la Flauta Mágica beneficia a mujeres con menopausia, problemas pulmonares o en la piel. Otras transmiten alegría y esperanza. Se añaden otros estudios de que Wolfgang también es bueno para diferentes plantas.
Gerard de Padier asegura que la música de Mozart curó la tartamudez a su hijo.
Hay quien opina que el Pop también estimula la tranquilidad y la mente y que el Heavy o el Rock duro incita a la destrucción. Yo, personalmente soy un melómano, pero dudo que me haya convertido en un destruyer, ya que si hay un estilo que realmente me gusta es el Rock. 
De todas maneras, creer o no, es complejo, como tantas cosas, lo que sí es cierto, es que si el niño aprende a tocar un instrumento, disfrutará más del arte musical y por consiguiente de la vida.

Hay quien dice que todo esto es falso, hay quien lo asegura…pero cierto o no, lo que es seguro es que mal no hará.

Mi hija ya escucha Mozart y Maiden.

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