Mozart (Wikipedia) |
Desde que somos bebés, ya nuestra madre o padre, nos acurruca y cantan
una nana. Hay quien dice que desde el quinto mes de gestación el feto ya
relaciona los sonidos que capta a través de la mamá. Si esto se sabe usar bien
y se aprovecha, afecta más al desarrollo metal, físico, intelectual incluso
artístico del niño. Se hizo un estudio en una universidad de California, donde 36 alumnos
escuchaban la sonata para dos pianos en Re M. frente a los que estaban en
silencio u oían otras músicas de relajación. Se comprobó que estos que habían escuchado
a Mozart, en los exámenes puntuables sacaron de media de 8 a 9 puntos más en
conjunto que los grupos que no lo hicieron. El estudio se hizo también con
niños epilépticos, los cuales disminuyeron los ataques respecto a los que no lo
escuchaban.
Fuente Propia |
El momento perfecto para oírlo son unos diez minutos al acostarse o al
levantarse. Para la hipertensión se cree que ayuda la pequeña serenata nocturna
en Sol M. o Sinfonía número 36 en Do M. para la ansiedad.
No ocurre esto con todos los
compositores. Se habla de Amadeus, quizá por la forma de componer por sus
composiciones a tan temprana edad. Con tan sólo cinco años ya hacía obras. A
temprana edad ya dominaba a la perfección el piano y el violín. Se cree que su
manera de ver la música proviene por la vida prenatal que le regaló la madre,
que deseaba a su niño con todas sus fuerzas y sus ganas de vivir. Hay que añadir
que su padre, Leopoldo Mozart, era también un gran compositor y músico. Según
esta hipótesis, entre los progenitores le transmitieron al feto unas melodías y
ritmos innatos. En sus años posteriores compuso más de 600 obras. Se sabe que
el oído es un receptor del sistema nervioso que capta la música y armonías y
altera o sosiega a quien lo escucha. También se dice que la
Obertura de la Flauta Mágica beneficia a mujeres con menopausia, problemas
pulmonares o en la piel. Otras transmiten alegría y esperanza. Se añaden otros
estudios de que Wolfgang también es
bueno para diferentes plantas.
Gerard de Padier asegura que
la música de Mozart curó la tartamudez a su hijo.
Hay quien opina que el Pop
también estimula la tranquilidad y la mente y que el Heavy o el Rock duro
incita a la destrucción. Yo, personalmente soy un melómano, pero dudo que me haya convertido en un destruyer, ya que si hay un estilo que realmente me gusta es el
Rock.
De todas maneras, creer o
no, es complejo, como tantas cosas, lo que sí es cierto, es que si el niño
aprende a tocar un instrumento, disfrutará más del arte musical y por
consiguiente de la vida.
Hay quien dice que todo esto
es falso, hay quien lo asegura…pero cierto o no, lo que es seguro es que mal no hará.
Mi hija ya escucha Mozart y Maiden. |
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